Oda a la falda larga

Comienza el verano y me entrego a uno de los mayores placeres en la moda que conozco: la falda larga.
Me gustan solas o el largos vestidos que combino con cuñas o romanas.
Y así estoy. A un día de que empiecen las rebajas, ya he mirado en las tiendas lo que quiero y este año, que gracias a los vaivenes del diseñor, se han vuelto a poner de moda. Y he sentido ese gustillo que te embarga cuando una prenda de ropa que te chifla comienzan a inundar las tiendas.
Las ventajas que les encuentro son muchas:
Los vestidos hasta los pies estilizan, sobre todo si tienen el maravilloso corte imperio. Alargan la silueta, disumulan barriguita (estupendos en los días de regla que te sientes a reventar) y geniales si no vas bien depilada, no te quieres depilar, etc. Pero más allá de estos puntos estéticos, me gustan porque me siento como una heroína del siglo XIX, romántica y etéresa, caminando con esa tela marcando mis piernas al viento. A lo Cumbres Borrascosas. Pocas prendas de ropa de esta época nuestra nos pueden transportar tan rápidamente en la Historia.
¡¡Y te haces un moñito en la nuca y a vivir en tu novela!!
El gran problema que tienen es quizá que no son muy prácticas ni para ir a la carrera por la calle, el metro y otros obstáculos de la vida moderna. Son su único pero. Pero sarna con gusto no pica.

Así que bueno, ahí estoy, rezando porque mañana cuando esté a las diez de la mañana en la puerta de la tienda esté ese vestido esperándome.
¿Habéis hecho la lista para las rebajas? Yo tengo en ella tres vestidos y unos pantalones para el gimnasio, que espero comprar y a muy buen precio. ¡¡Ojalá me vaya bien!!
Este es el que quiero. ¿A qué es una monada?

Cambiando de tema, me gustaría también recordar la noticia que pudimos leer la semana pasada de la chica de Irlanda que se encontró un mensaje de desesperación esclavista en la etiqueta de una prenda de Primark, que compró en su país. Sinceramente, me impactó bastante. Ya hemos hablado otras veces de quién confecciona nuestra ropa y bajo qué condiciones pero siempre son informaciones que no nos llegan de la primera mano de los trabajadores. En cambio ese grito fue como una llamada desde ultratumba. Seguiremos pensando qué podemos hacer para cambiar esto.

Un beso a todas y todos y felices rebajas!!!!!!!!!!!!!