Hay que saber nadar y guardar... las chanclas. O al menos deshacerse correctamente de ellas cuando ya no nos sirvan.
Cada año miles de chanclas procedentes de China, Japón, Madagascar o India son arrastradas hasta la costa de Kenia por la Corriente de Somalia, convirtiendo sus paradisíacas playas en un auténtico vertedero. A parte del negativo impacto visual, la invasión de las chanclas amenaza la supervivencia de muchos animales como la tortuga marina,cuyas crías al nacer encuentran un obstáculo insalvable en su camino hacia el mar, o varias especies de cetáceos que se tragan por accidente estos residuos y fallecen por asfixia.
Limpiar las playas, preservar el frágil ecosistema y dinamizar la economía local.¿Cómo? ¡Reciclando!
Todo se remonta a finales de los años 90 cuando las mujeres y los jóvenes del archipiélago Lamu, al nordeste de Kenia, empezaron a recoger las chanclas de la playa para hacer con ellas juguetes,boyas y relleno para cojines. La iniciativa, conocida como The Flip Flop Project, fue un éxito que años después derivaría en la organización Ocean Sole fundada por Julie Johnstone Church y Tahreni Bwanaali.
Actualmente Ocean Sole, que cuenta con una plantilla de alrededor de 100 trabajadores, recicla unas 400.000 chanclas al año y vende sus creaciones en todo el mundo. Botas de goma, pendientes, pulseras, collares, bolígrafos, cuadernos, alfombras, llaveros, esculturas, decoraciones navideñas y accesorios para el hogar son algunos de los objetos que fabrica esta compañía keniata que cuenta con talleres en Nairobi y en remotas zonas costeras con un alto índice de desempleo.
Imágenes: Sole Ocean
Los objetivos de Ocean Sole: "Trabajar con los artesanos de zonas empobrecidas ofreciéndoles un salario justo que aumente su calidad de vida y preservar o mejorar la riqueza ecológica, social y cultural local".
Las aparentemente inofensivas y divertidas chanclas, uno de los mayores elementos contaminantes del Océano Índico, reconvertidas en una práctica alfombrilla. Se dice que la basura de unos es el tesoro de otros...pero quizás sería mejor afirmar que la basura es un problema de todos que sólo algunos, como Ocean Sole, saben gestionar con provecho y mucha creatividad.
Me encanta el proyecto, deberías o mejor dicho, deberíamos reflexionar sobre el consumismo asqueroso que va a destrozar este planeta :S
ReplyDeleteSophie Carmo