Dice el autor del gran libro del protocolo español que hay
que tener más cuidado con los culos que se creen importantes que con los
verdaderamente importantes. Y cuánta razón tiene.
Es el boom de los culos grandes. No sé si importantes pero
sí, grandes. La semana pasada nos deleitamos con las fotos de la Kardashian
como Dios la trajo al mundo, enseñando esas posaderas descomunales que tanto
debate generan. Yo me inclino a pensar que esconden truco porque obviamente, y
lo digo por experiencia, el culo no engorda él solo. Pero al margen de si lleva
implantes o no, estas fotos son una suma y sigue con una moda periférica que
algunas grandes cantantes han sacado a la luz y que dicho sea de paso, me parece
genial aunque exagerado.
Ahí tenemos el culo de Jennifer López, ese que decían que se
sentaba en un trono de oro, que estaba asegurado por no sé cuántos millones de
dólares y que siempre ha paseado con tronío y descaro. Ahora se ha autodedicado
una canción (no muy buena) en pos de su culo y ha grabado un vídeo que poco
deja a la imaginación.
La segunda en sacar sus nalgas a relucir ha sido Nicki Minaj
con Anaconda, un vídeo con menos glamour que el de la López pero con el mismo
mensaje: que vivan los culos grandes. La Minaj se desnuda y se contonea
haciendo temblar sus nalgas y las de sus bailarinas como si no hubiera mañana.
¿Y necesitamos a estas tres mujeres? ¿Necesitamos que hagan
de sus culos un vídeo, una foto, una canción? La respuesta es sí y mil veces
sí. Necesitamos su descaro, su falta de complejo y su poderío. Porque aunque
nosotras estemos siempre al pie del cañón, aunque nos dejemos la piel en
nuestras consignas y como siempre digo, demos nuestro dinero a la hora de
comprar a las tiendas que más respeto demuestren por todas las tallas del
mercado, son ellas las que tienen la mayor capacidad de darnos visualidad.
Me encanta ver cada vez a esos culos enormes que quieren
destacar, que quieren romper, que se muestran tal y como son. Necesitamos más.
Queremos más. Porque son el camino para devolver la cordura a la industria de
la moda y a la sociedad en general. Porque esta semana hemos vuelto a la
polémica: la modelo talla 42 de Calvin Klein y el inoportuno anuncio de
Victoria’s Secret y su cuerpo perfecto.
Y como al César lo que es del César, reconocer que lo que he
visto estos días no pensé verlo jamás, más allá del Vogue Italia, que ya nos ha
dado alguna que otra alegría: Vogue EUA saca fotos en su edición de modelos
talla XL. Lo nunca visto. El país con más obesidad del mundo, que siempre ha
callado a ese sector de la población, saca en la revista de moda más famosa
fantásticas fotos.
Cómo cambian los tiempos.
Cool!
ReplyDeletethe-renaissance-of-inner-fashion.blogspot.co.uk