Pues nada. El sábado llegué a la gran cifra. Todo va bien. Pero en estos tres días que llevo en la treintena ya he notado ciertos cambios y ciertas reflexiones que quiero compartir con vosotras:
Lo primero es que tengo una sensación de triunfo por haber llegado hasta aquí. Es como si estuviera en la cima de una alta montaña y pudiera sentarme a mirar el paisaje. Estás aquí y nada importa. Ni lo que has hecho ni lo que no has hecho. Respiras y estas viva y lo demás es secundario. De repente te invade el orgullo de que sea cual sea, tu camino ha llegado a un buen destino.
Porque ya no importan ni los fracasos ni los triunfos. De hecho, hay muchas cosas que no he conseguido y que me hubiera gustado tener antes de los 30 pero los cumples y ya no te importa porque de repente, te invade una sensación de tranquilidad que no había conocido hasta ahora. Porque todo lo que has hecho hasta ahora pasa de ser una preocupación a una experiencia. La perspectiva ha cambiado y eso se extiende a todos los campos de tu vida.
Los 30 te dan seguridad. Te dan serenidad. La balsa en la que has navegado todos estos años ha pasado la tormenta y ahora navega sin prisa.
Por lo que a moda se refiere y al amor propio, hay algo que ojalá tuvieran todas las mujeres desde los 15 años: una aceptación de tu cuerpo que no has conocido antes. Ahora te conoces mejor, sabes lo que te queda bien y lo que no y si no te queda bien tampoco te preocupas, porque ¿qué más da? Te importa la imagen pero ya no es lo mismo. Ahora entra en juego una compañera que te defiende: la seguridad en una misma. Se genera espontáneamente y es que ¡aquí estás! ¡tienes 30! ¡estás estupenda! Eres joven pero con más experiencia, ya sabes cómo es tu cuerpo, ya sabes más de ti de lo que has intuido todo este tiempo. De repente siento que me puedo arriesgar más, que queda mucho por experimentar. Y es que he leído que los 30 son la segunda adolescencia: dicen que el cuerpo cambia (eso ya os lo contaré más adelante), enfrascado en una segunda pubertad y que todo cambia como si estuvieras otra vez en la edad del pavo. Creo que me gusta la comparación.
Estamos en ese momento entre la madurez y la juventud, unos años que pueden ser pletóricos porque como muchas mujeres me han dicho, es una de las mejores etapas. Estás joven y guapa, tienes seguridad, estás más serena pero sigues con ganas de marcha.
La verdad es que estoy optimista al respecto y es que me siento estupenda.
Me han regalado una camisa de cuadros negros y blancos, como aquellas que se llevaban en la época del grunge y la verdad es que me ha gustado mucho porque yo cuando tenía 15 años iba con esas camisas y camisetas negras debajo. Vamos, que de repente, me he vuelto a vestir como en la adolescencia, pero sumando labios rojos, cosa que nunca hubiera hecho entonces. He ahí el resumen: te sientes cómoda, joven y estupenda pero con un toque de rebeldía de la que nunca nos debemos desprender.
No te preocupes,lo peor y lo mejor está por llegar :)
ReplyDeleteole! ole y ole! esos 30 añazos! muchisimas felicidades guapa!!!
ReplyDeleteUn besico
http://lamaletadeespe.blogspot.com
¡¡Felicidades por esos 30 añitos!! si es que lo mejor está aún por llegar.
ReplyDeleteBesos.